¿Sólo INEPTOS?
Con las manos rojizas y sin poder ocultar un bolso con el resultado de la faena que con rapidez e impunidad, concretan tantas veces como se lo proponen, fueron interceptados, un mayor y un menor con frondosos antecedentes.
La policía cumple su función, pero al comunicarse con representantes de UFI 11 reciben como respuesta la exigencia de una denuncia que los propietarios no llegaron a formular antes, tal vez descreídos de alguna posibilidad de reacción.
La carne sin identificación estaba ahí (y ahí quedó), los delincuentes in fraganti burlándose de todos fueron mandados a su casa y la actitud de la autoridad judicial no parece sólo una señal de impericia.
Los productores siguen llegando a la conclusión de que nadie podrá cuidarlos y se alejan. Los delincuentes comprueban una vez más que la política y la justicia están de su lado.
El conjunto de la sociedad ratifica que, de no mediar un cambio concreto de actitud, las perspectivas son sombrías, el poder de los cuatreros crece y el amparo de quienes, supuestamente están para defendernos,INDIGNA Y ASUSTA.