EN EL PRECIPICIO

La sociedad argentina vive horas muy difíciles y debemos expresarnos con firmeza ante una acumulación de episodios que no se pueden dejar pasar. Siempre se dice que la capacidad de asombro de nuestro pueblo, no se agota nunca, pero si seguimos lamentando lo que nos va acorralando cada día más, sin encontrar otros canales de expresión más contundentes, terminaremos por naturalizar todo, hasta caernos desde el borde del precipicio en el que hoy estamos.

Nadie en su sano juicio podría haber imaginado tal nivel de degradación institucional y política. La Pandemia está por encima de todo, es un problema mundial y la realidad argentina de este momento, excede lo sanitario.

Estamos gobernados por la irracionalidad más absoluta. Con un presidente que no siente el más mínimo pudor al verse o escucharse en los archivos en los que decía eso que muchos pensamos sobre quien maneja los hilos del verdadero poder.

El mismo Jefe de Estado que nos reta varias veces por día, nos da clases magistrales y encuentra argumentos lamentables para justificar apropiaciones, restricciones, retenciones, bloqueos, intromisiones en otros poderes y un sin fin de situaciones inaceptables.

Llegaron al poder con el voto de sus seguidores históricos que se sumó al de miles de desencantados por otra gestión que no pudo revertir nuestra triste historia. Estamos sumidos en una ciénaga en la que todas las instituciones nos defraudan y explotan ante una vergonzosa situación en la Cámara de Diputados, tratando de expiar todas sus culpas en alguien que, probablemente, jamás debió haber accedido a ser legislador.

Hoy están empecinados en mover jueces como marionetas e instalar reformas trascendentales como temas urgentes para aprovechar el momento y garantizar impunidad eterna a los protagonistas de «la década robada».

No podemos entender que hayan triturado la credibilidad de la justicia solo por una persona que es juzgada por delitos comprobados por jueces que ellos mismos nombraron en su anterior asalto. Y como con eso no les alcanzó ahora van por la Corte Suprema para liquidar cualquier posibilidad de equilibrio. Este martes tendrán una oportunidad histórica en la que la decisión que tomen nos dejará un mínimo margen de esperanza o ratificará el oscuro destino de nuestras instituciones.

La Pandemia sigue y seguirá, no sabemos hasta cuando. Está cada vez más claro que el campo y la producción son fundamentales para mantenernos en el mapa del mundo e intentar recuperarnos. Sin embargo, el gobierno de científicos que festejó el modelo sanitario argentino con anticipación, está perdido en un mar de incertidumbre que nos llena de preocupación.

Sociedad Rural de San Pedro
www.ruraldesanpedro.com.ar
26 de Septiembre de 2020

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